PLAGUICIDAS
¿QUÉ ES UN PLAGUICIDA?
Los plaguicidas son sustancias químicas empleadas para tratar plantas, animales, o incluso entornos domésticos o urbanos, y eliminar o prevenir los efectos nocivos de otros seres vivos que, por su acción y expansión, pueden convertirse en una plaga.
Sin embargo, dichos plaguicidas químicos, pueden traer
consecuencias a la salud de nuestras plantas o incluso a la nuestra, por eso es
recomendable hacer nuestros propios plaguicidas orgánicos, los cuales son muy
fáciles de hacer, también son económicos y no dañan nuestra salud, esta
solución no sólo repele insectos, sino que también actúa como fungicida y
nematicida. Por lo general, la moría de los plaguicidas orgánicos están hechos
a base de líquidos o alguna otra planta.
APLICACIÓN
Su aplicación puede depender por el tipo de plaguicida que se ocupe, por ejemplo, si es líquido, por lo general se aplica con un atomizador en la parte afectada de la planta, ya sea raíz, hojas o tallo de la planta, en cambio, si es sólido, se aplica en algunas ocasiones en la tierra que rodea a la planta o debajo de la tierra que rodea la superficie de la planta.
Dependiendo el tipo de planta y el tipo de plaguicida, va a
depender la frecuencia con la que se va a regar el plaguicida, la hora en la
que se va a aplicar y la cantidad que se debe de usar.

PESTICIDAS
Un pesticida es cualquier sustancia o mezcla de sustancias
cuyo objetivo es:
• Prevenir, destruir, repeler o controlar una plaga.
• Utilizarlo como regulador de crecimiento de plantas,
defoliante o desecante.
• Utilizarlo como estabilizador de nitrógeno.
Los pesticidas se utilizan para controlar diversas plagas y transmisores de enfermedades, como mosquitos, garrapatas, ratas y ratones. Los pesticidas se utilizan en la agricultura para controlar las malezas, la infestación de insectos y las enfermedades.
Existen muchos tipos diferentes de pesticidas y cada uno sirve para combatir plagas específicas. Estos son algunos ejemplos:
• Alguicidas para matar las algas y/o desacelerar su
proliferación.
• Antimicrobianos para controlar los gérmenes y los microbios
como bacterias y virus.
• Desinfectantes para controlar los gérmenes y los microbios
como bacterias y virus.
• Fungicidas para controlar problemas de hongos como el moho,
el mildiu y el óxido.
• Herbicidas para matar o inhibir el crecimiento de plantas no
deseadas, también conocidas como malezas.
• Insecticidas para controlar los insectos.
• Reguladores de crecimiento de los insectos para interrumpir
el crecimiento y la reproducción de insectos.
• Rodenticidas para matar roedores como ratones, ratas y
taltuzas.
• Preservantes para madera para que la madera se haga
resistente a insectos, hongos y otras
¿QUÉ ES LA TOLERANCIA AL PESTICIDA?
Antes de permitir el uso de pesticidas en el cultivo de
alimentos, la EPA establece un límite máximo legal de residuos (llamado
tolerancia) para cada alimento al que se le aplican. Al establecer la
tolerancia, la EPA debe probar que el pesticida se puede usar con la “seguridad
suficiente de que no causará daño”. Para determinar esto, la EPA considera la
toxicidad del pesticida y de los productos que se generan por descomposición,
cuánto pesticida se aplica y cada cuánto, y qué cantidad de pesticida (es
decir, el residuo) permanece dentro o sobre los alimentos cuando estos se
comercializan. La EPA asegura que el nivel de tolerancia establecido será
inocuo. La tolerancia se aplica para los alimentos cultivados en los EE. UU. y
los importados
Aunque hay ventajas en el uso de pesticidas, también hay desventajas, como la toxicidad para los seres humanos y otros animales. Los pesticidas pueden causar problemas de salud agudos y tardíos. La exposición a pesticidas puede causar una variedad de efectos adversos para la salud.
Debido a los
problemas sociales, ambientales y de salud relacionados con el uso de
plaguicidas, es necesario reevaluar la posibilidad de su empleo, dados sus
innumerables efectos perjudiciales para la humanidad y la biodiversidad.